Tanto PP como PSOE son dos organizaciones orientadas al delito y al enriquecimiento de sus dirigentes; dos mafias en
las que se practica la solidaridad interna y la omertá; dos mafias
perfeccionadas que se benefician del control de una Justicia mediatizada
y corrompida, lo que les dota de impunidad, y también de los medios de
comunicación, con lo que han erradicado al periodismo de investigación –puede llegar a ser una forma de suicidio personal- y han minimizado la denuncia.
Esa descripción no pretende ser insultante, sino que refleja la estricta realidad. No tengo la menor duda de que en un Estado de Derecho tanto el PPcomo el PSOE serían ilegalizados como bandas organizadas para el delito.
En términos de análisis, Al Capone tenía comprado al alcalde de
Chicago, a miembros de la Justicia y a oficiales de la Policía. Ahora Al
Capone es el alcalde, Frank Niti es oficial de Policía y los jueces son
directamente elegidos por las mafias, de modo que ni tan siquiera han
de pagarles la mordida pues en enjuague corre a cargo del extorsionado
contribuyente.