28 may 2017

[Atraco gigantesco] 384.000 millones es el dinero público destinado al rescate bancario en los últimos 8 años



El Gobierno español ha movilizado más de 350.000 millones de euros en ocho años para mantener a flote un sistema bancario que obtiene unos beneficios anuales de más de 11.000 mientras acumula demandas y reclamaciones de sus clientes por valor de más de 50.000 en asuntos como –entre otros- las preferentes, la subordinadas, las cláusulas suelo y los gastos hipotecarios.

“No es solo importante el dinero que el Gobierno ha gastado en el rescate, sino el que ha comprometido, que no ha ido a otras actuaciones” ni ha permitido paliar los recortes en servicios públicos, señala Garzón, quien, por otra parte, comprende que el ejecutivo no dejara caer al sistema bancario por los efectos que eso habría tenido en la economía española, aunque no comparte el método. “Entiendo las ayudas a la banca, pero no que los beneficios que obtienen tras esas ayudas sean privados”, indica.

Esquerra Republicana (ERC), por su parte, pone el acento, además de en el coste –“la reestructuración sigue requiriendo una fuerte dotación de recurso públicos”, señala la diputara Ester Capella- en las posibles responsabilidades de los gestores de los bancos y cajas y en las consecuencias sociales de “la posible vulneración de los derechos de los consumidores” antes y durante el rescate, aspectos sobre los que proponen que indague una comisión de investigación del Congreso.

“Se ha puesto en evidencia que las entidades financieras han utilizado malas prácticas” con las preferentes, las subordinadas, las cláusulas suelo, otras cláusulas abusivas o las elevadas comisiones, recuerda. Sin embargo, anota, “los efectos sobre la población siguen sin cuantificar ¿Quién cuantifica los desastres causados por la banca?”.

Los nacionalistas, que se muestran preocupados por el descrédito y el deterioro de la reputación de la banca y que consideran “necesaria una reflexión global del sector para impulsar la ética” en él, recuerdan que las prácticas de buena parte de las entidades financieras han generado “un grave problema social que afecta a miles de personas” y que se manifiesta en fenómenos como el sobreendeudamiento y los desahucios.

“Es imprescindible profundizar sobre las consecuencias sociales del proceso, y la prenda que han tenido que pagar los consumidores debido a las malas prácticas y los abusos bancarios”

Rachel Carson, la mujer que acabó con el DDT y fundó el ecologismo

Primavera silenciosa (título que aludía a uno de los capítulos, donde se narraba cómo el DDT, calificado como "biocida", había exterminado a todos los pájaros en una gran área que había sido fumigada) obligó a posicionarse a políticos, científicos y líderes de opinión. Carson, ya enferma de un cáncer de mama que se la llevaría dos años después, tuvo que soportar difamaciones como las que decían que el hecho de permanecer soltera (mantuvo una intensa relación, muy probablemente platónica, con una mujer casada, Dorothy Freeman) era la prueba irrefutable de que se trataba de una peligrosa comunista.



Carson puso el dedo en la llaga al advertir de la fragilidad del medio ambiente y el hecho de que, si el ser humano lo ataca, en el fondo se está atacando a sí mismo, y lo convirtió en objeto de debate público; su libro es aún hoy uno de los títulos de referencia del ecologismo. Además, la polémica llevó a que Estados Unidos creara la Agencia de Protección del Medio Ambiente e incorporara a su agenda la política medioambiental.

27 may 2017

La enfermedad moral del patriotismo

Natural es todo aquello que inventaron los hombres y las mujeres antes que naciésemos nosotros; toda mentira que no cuestionamos es necesariamente una verdad. Una mentira útil nunca sirve al engañado sino al que engaña. Una mentira útil, un instrumento de la perversión inhumana es el patriotismo.

La reflexión es cuestionamiento, el cuestionamiento es duda, y la duda siempre es un estorbo para los intereses ajenos. Un soldado que piense gasta inútilmente sus energías mentales. Si acaso se niega a ir a una guerra que considera injusta, recibirá todo el peso de la ley, la cárcel, y la lapidaria deshonra de «traidor a la patria». Lo que demuestra, una vez más, que sólo un reducido grupo —con intereses y con poder— puede administrar el significado de lo que es y no es «patriota». Es decir, patriota es alguien que no cuestiona, que no critica. El patriota ideal no piensa.

Por todo eso, y por mucho más, no soy patriota. Seré patriota el día que se reconozca como única patria a la humanidad —así, sin discriminaciones.

25 may 2017

Fascismo gif. Cómo la ultraderecha se apropió de la cultura de internet

“No es de recibo que un medio serio tenga secciones dedicadas a comentar las algaradas en las redes que a su vez comentan la propia actualidad mediática. Una espiral donde las ideas reaccionarias, especialmente audaces en su espíritu troll, hacen su agosto comunicativo.”

Parece como si toda una generación hubiera pasado de recitar listas de Pokemon a manejar con soltura el ideario ultra. Toda esta ola de pensamiento reaccionario en línea no se corresponde a una ideología ordenada, recogida en algunos textos teóricos, con algún tipo de sistema filosófico que la sustente o un partido concreto que la lleve al terreno de lo práctico. Es más bien un vertedero lleno de recortes del s.XX, del que se extrae lo más conveniente para paliar los terrores nocturnos del presente.

Mientras que la izquierda juega siempre de inicio fuera del sentido común dominante a los ultras tan sólo les hace falta exagerarlo. Así es mucho más sencillo que llegue a tu grupo de Whatsapp familiar un meme con una imagen falsa sobre una niña católica molida a palos por unos moros en Albacete -la niña había sufrido un accidente de bicicleta y era nórdica- que explicar en ese mismo grupo el papel de la OTAN en la desestabilización de los países de Oriente Medio.

Del mismo modo que ha sido la exagerada codicia de la globalización neoliberal la que ha dado el pie definitivo al resurgir de la extrema derecha, han sido los grandes medios los que en su carrera alocada por prescindir del periodismo en favor de modelos de negocio espectaculares y afines al poder han dejado la natural necesidad de información en manos de la cultura de internet, algo que no surgió para tan enorme labor.

Esa es la tragedia, que justo cuando más necesitábamos al mejor oficio del mundo ya nadie se lo toma en serio, y sólo se atiende a gatos que vuelan, a ranas ultras y a un fascismo gif que se repite en bucle arrogante e infinito.

7 may 2017

Europa no existe


Europa no existe. A las pruebas me remito. En las actuales elecciones francesas se ha podido comprobar. Europa es un campo de intereses económicos y un terreno abonado para el beneficio de las multinacionales de la globalización. El resto es literatura y mitología griega. No en vano el Mercado Común Europeo nació para defender y favorecer los intereses, en precario, de las industrias del carbón y del acero, y se perpetuó para proteger el desarrollo y solidificar los resultados de cuentas de las grandes empresas, que ganaron cotas de mercado, eliminaron estorbos administrativos y se implantaron dónde, cómo y cuándo quisieron, sin pagar aranceles de aduanas. La política está a su servicio y los políticos siguen fielmente las consignas de los poderes económicos. Los recortes de gastos sociales y los presupuestos sin déficit, como el resto de las imposiciones de la macroeconomía, van por ahí. 

Los europeos, la gente de la calle, se van ahogando lentamente; pero ellos no son la Europa de los editoriales ni de las banderas. En Francia, como botón de muestra, el 64 % de los obreros vota a Le Pen, que hubiera podido ser la primera mujer Presidenta de la República Francesa y hubiera hecho saltar la Unión Europea. No es que los obreros franceses se hayan vuelto locos. Es que, por la política de Bruselas, le han visto las orejas al lobo. No es por ideología, ni por convencimiento racional, ni por la lucha de clases; es por necesidad, porque están al borde de la asfixia, porque cerrar las fronteras e impedir la emigración les ahuyenta el fantasma del paro, del hambre y de la indignidad. 

En España también, uno de cada cinco habitantes está al borde de la pobreza, que es el campo abonado para los maximalismos irracionales. Y en otros países del continente, el auge de los nacionalismos es el preámbulo de la desesperación social, gracias a los buenos propósitos de la Unión Europea. 

En estas condiciones, ¿qué es Europa?