21 jun 2021

“Vendo droga”: Las empresas “desnudan” sus anuncios

El mundo corporativo se ha unido para “desnudar” sus anuncios. Nocilla, Burger King o Skoda, entre otras muchas empresas con una alta inversión publicitaria, han lanzado una campaña para instruir al público sobre los mecanismos a menudo velados de la publicidad.

El resultado es una serie de carteles sencillos y llamativos que “venden” cosas tales como “humo”, “droga” o “grasa”. Eduardo Bernays, creativo publicitario detrás de la campaña, aclara el propósito: “Se trata de publicidad a la inversa. En lugar de coger un producto y añadirle emociones básicas para generar un deseo hacia él, lo hemos desnudado para mostrar lo que realmente es”.

Es sin duda una campaña arriesgada, pero que se inscribe dentro del pulso constante entre publicidad y público. “Las empresas se esfuerzan en comprender los cambios de la mente pública y dar una imagen justa y elocuente”, sostiene Bernays. “El activismo y las causas sociales como la mujer o el movimiento Black Lives Matter, que contenta a los sectores progresistas alterando lo accesorio para no tocar lo esencial, se han vuelto una pieza fundamental de la comunicación empresarial en los últimos años. Produce un consenso de élite aparentemente democrático, que legitima al poder económico y estimula las ventas al tiempo que hace al público parecer concienciado y dirige la lucha social hacia muñecos de paja. Un win win unilateral”.

¿Supondrá esto un descrédito a los productos “desnudados”? “Al contrario”, defiende Bernays. “El público apreciará la honestidad y comprará más “Grasa”. No estamos desvelando nada nuevo: ya se sabe que el tabaco es malo, que los coches son malos, que la Coca-Cola es mala, pero son todos productos muy queridos por el público. Dale a un mono un botón rojo y brillante que le produce un orgasmo cada vez que lo aprieta y verás lo que pasa”, concluye con una sonrisa cómplice.

15 jun 2021

Lo que se vende y se compra con la información manipulada

Cada día igual: un abismo entre la realidad y lo que se publica en numerosos medios generalistas. Un viaje sin retorno quizás. Ciertamente, Moncloa no debió crear grandes expectativas sobre el encuentro de Biden con Sánchez durante la cumbre de la OTAN en Bruselas. De ahí a que su breve charla de pasillo ocupe este martes las principales portadas y homilías mediáticas hay un largo trecho. Vertical. Un precipicio por el que buena parte de la sociedad se despeña desinformada como mínimo, y sobre todo altamente manipulada.

Pablo Casado ve en "el patinazo" de Sánchez con Biden una oportunidad de que se olvide el fiasco de Colón el domingo, dicen. Y en ello trabajan los medios, sin duda. Y los ciudadanos lo compran al parecer porque se vive a golpes de actualidad inmediata sin antecedentes, consecuencias o recorrido. Inmediata y manipulada, insisto.

Ortega Smith, concejal del ayuntamiento de Madrid, mientras, se apartaba del minuto de silencio por el asesinato de las dos criaturas. Ostensiblemente. Plantado de pie fuera. Es la ultraderecha machista que sustenta a Almeida y a Ayuso en sintonía ideológica.

Pero, sí, siempre hay algo más y ocupa el espacio que ocupa: poco. Este lunes un hombre de 58 años se suicidó en Barcelona cuando le iban a desahuciar de su piso. El juzgado desestimó el informe de vulnerabilidad de los servicios sociales presentado por el abogado de la víctima para aplazar la ejecución del mandato. No pagaba el alquiler –800 euros, informan– desde junio, cuando se quedó sin trabajo. Una ciudad que se ha ocupado de estos casos en particular… Un país con un gobierno que arbitró medidas para los más vulnerables en la pandemia. Pero esto es hijo directo de un sistema egoísta e inhumano que no recibe más que zancadillas en su abordaje.

Y se nublan los ojos y se indigna la razón. Doblemente. Porque detrás del ruido interesado, de tanta banalidad, hay seres humanos. Y ahora vuelvan a mirar lo que cuenta la prensa, la radio, la televisión, las tertulias, y visualicen por qué despeñadero está cayendo una sociedad con estas prioridades y versiones de la realidad.