El verdadero antiespañol es quien esconde su dinero en Suiza, como Francisco Granados. Quien disfruta de un ático de lujo en la playa bajo la sombra de testaferros y paraísos fiscales, como Ignacio González. Quienes hunden una caja cuya obra social había sobrevivido tres siglos e hipotecan en su rescate a los españoles, como Miguel Blesa o Rodrigo Rato.
Antiespañol es quien recorta en educación, pero deja dinero para que
las ayudas para guardería lleguen a una familia "necesitada" como la
suya, de esas que ingresan más de 100.000 euros anuales, como Lucía Figar.
Quienes cobran sobresueldos del partido y acumulan varios salarios del
dinero público mientras recetan austeridad a los españolitos, como María Dolores de Cospedal o Mariano Rajoy.
Quienes financian su campaña electoral de forma irregular con dinero de
"donantes" como Gerardo Díaz Ferrán, que después se llevan millones en
contratos públicos, como pasó con Fundescam y Esperanza Aguirre.