El humor es el mejor escudo contra la impotencia, el hartazgo, la rabia y toda la legión. Es una válvula de escape y otra forma de mirar lo que ocurre alrededor. Malagón pasa a los mercados, los bancos, la sanidad, los indignados, la clase política y los recortes por un filtro que los convierte en viñetas llenas de acidez, crítica, originalidad y reflexión.
Pero, además, el humorista gráfico se ha propuesto algo más. Encender en sus lectores ese cabreo que levanta del sofá y dice: ‘Ya está bien’. El enfado que, según su nuevo libro ¡Cabreaos!, “puede ser el motor del cambio”. El que llama a abandonar “nuestro acomodado enfado frente a la televisión” para pasar “al siguiente estado de ánimo, un creciente y cada vez más generalizado cabreo ante la realidad que, debido a algunos, tenemos muchos”. ( Ver más >)
Pero, además, el humorista gráfico se ha propuesto algo más. Encender en sus lectores ese cabreo que levanta del sofá y dice: ‘Ya está bien’. El enfado que, según su nuevo libro ¡Cabreaos!, “puede ser el motor del cambio”. El que llama a abandonar “nuestro acomodado enfado frente a la televisión” para pasar “al siguiente estado de ánimo, un creciente y cada vez más generalizado cabreo ante la realidad que, debido a algunos, tenemos muchos”. ( Ver más >)