El autor señala que la estupidez suele ser habitualmente algo más relacionado con el observador que con el sujeto de una acción, ya que al igual que una persona suele tomar decisiones estúpidas cuando cuenta con información incompleta o errónea, esto se aplica igualmente al observador de esas decisiones que puede juzgar como “estúpida” una decisión perfectamente lógica, coherente y acertada o simplemente catalogar algo como estúpido al desconocer perspectivas alternativas.
Además el artículo hace hincapié en la necesidad de mantener una conducta consciente (evitar ir en automático) y evitar prejuicios para evitar comportamientos estúpidos, además de mantener una actitud crítica y escéptica ante cosas que damos por sentadas sin habernos molestado en comprobarlas.