Está pero no está. Hecha la ley, hecha la trampa. En 2003 empezó la guerra cuando la UE y 28 países acordaron eliminar totalmente la publicidad de tabaco en eventos deportivos a partir del verano de 2005.
A esas alturas, pocos podían imaginar que una marca se colaría hasta 2010 sin apenas haber notado la diferencia. Marlboro continúa abonando en torno a 100 millones de euros por temporada a Ferrari por unos ‘simples’ códigos de barra.
Publicidad subliminal en su máxima expresión. Creatividad e imaginación para ‘engañar’ a millones de cerebros. El neuro-márketing crece de la mano de Ferrari. (Ver más >)