La teoría -y la ética- periodística sostienen que en el ámbito de la fotografía de prensa la manipulación es la peor de las prácticas. Una imagen destinada a los medios de comunicación ha de tener un compromiso con la realidad y rehuir el retoque. Ésa es la teoría. La realidad es que, de vez en cuando, se cuelan en los periódicos y las revistas imágenes falsas, verdades a medias nacidas de la falta de talento o el oportunismo. Remiendos digitales que no siempre pasan desapercibidos y que pueden desencadenar el llamado efecto Streisand, capaz de convertir en mofa planetaria una pequeñez. (Ver más >)