Nuestro planeta Tierra es un territorio finito, pero en él —y eso es lo maravilloso— uno puede encontrar de todo. Si usted, lector, está firmemente convencido, por ejemplo, de que la Tierra —ya que hablamos de ella— no es redonda, sino plana, y de que la llegada del hombre a la Luna fue una burda patraña orquestada por la NASA con la ayuda —en el guión— del insigne Arthur C. Clarke, sepa que no está solo: los miembros de la Flat Earth Society (la Sociedad de la Tierra Plana) le acompañan en su alternativa interpretación de las cosas. (Ver más >)