El sueño de una red libre, abierta y democrática ha ido saltando por los aires casi desde el mismo momento en el que Internet llegó a nuestras vidas. Sus creadores, idealistas de la tecnología, científicos alejados del mercado y el poder, diseñaron una herramienta llamada a democratizar y universalizar el intercambio del conocimiento. Pero muy pronto se convirtió en un escenario de opacidad en el que el sueño inicial se ha convertido en una pesadilla de manipulación y vigilancia de sus usuarios.
Este panorama desolador es analizado al detalle en 'El enemigo conoce el sistema', el nuevo libro de Marta Peirano, periodista y colaboradora de eldiario.es, editado por Debate y del que ofrecemos la prepublicación de uno de sus capítulos.
Estábamos preparados, pero era para otra cosa. El 20 de enero de 2017, el día en que Donald Trump se convirtió en el 45.° presidente de Estados Unidos de América, el libro más vendido en Amazon era 1984. En todas las categorías, en todos los formatos. La famosa novela de George Orwell había aumentado sus ventas en un 9.500 por ciento. Y no había venido sola. Otros dos sesudos veteranos disfrutaban a cierta distancia de un inesperado revival. Por un lado, Eso no puede pasar aquí, la novela de Sinclair Lewis sobre un senador demócrata que llega a las presidenciales con una campaña xenófoba y populista. Por el otro, Los orígenes del totalitarismo, el ensayo de Hannah Arendt sobre las mecánicas que propulsaron el fascismo europeo, publicado por primera vez en 1951. Nadie puede decir que no estábamos pensando en eso. Lo que pasa es que no lo estábamos pensando bien.
La naturaleza orwelliana de nuestro tiempo es una de esas cosas que, cuando la ves, ya no puedes dejar de verla. A nuestra plataforma mediática, ojos y oídos de la civilización occidental, parece ocurrirle exactamente eso. En todos lados detectan lo que Margaret Atwood ha llamado las "banderas rojas" de 1984. "Orwell nos enseña que el peligro no está en las etiquetas (cristiandad, socialismo, islam, democracia, dos piernas bien, cuatro piernas mal) sino en los actos perpetrados en su nombre".
Los actos perpetrados por la Administración Trump son una fuente inagotable de banderas rojas.