La actual crisis sistémica ha dejado al descubierto muchas verdades
desagradables sobre cómo se mueven las economías de los países más
desarrollados, todas ellas dominadas por el mantra del pensamiento
único.
Quizás la más alarmante, según el otrora economista jefe del
Fondo Monetario Internacional, Simon Johnson, tal como explica en esta magnífica pieza de 2009, The Quiet Coup,
fue “… que la industria financiera capturó con enorme eficacia a los
gobiernos democráticamente elegidos, en lo que bien podría denominarse
un golpe de estado de facto”. Pero dijo algo más, “la recuperación fallará a menos que se rompa el statu quo de la oligarquía financiera que está bloqueando la única reforma esencial y vital.