Los distribuidores crean técnicas cada vez más eficaces para conquistar al consumidor
Entrar al supermercado
para comprar un cartón de leche y salir con una bolsa repleta de
comida. A veces ni la sobrevalorada lista de la compra logra alejarnos
de la tentación. Lo importante es evitar culpabilizarse demasiado: no
somos los únicos responsables del desliz. Digamos que, si no nos
hubieran puesto justo delante de la nariz y pegadas a la caja esas
chocolatinas tan atractivas, con ese envoltorio brillante y en oferta,
seguramente no nos hubiéramos dejado seducir. Has picado. Pero era
difícil resistirse.