19 sept 2015

Acciones micropolíticas: ciudadanía sin partidos ni sindicatos

En 1912 un politólogo bielorruso, Moisei Ostrogorski, criticó el sistema de partidos políticos como vehículo de la participación ciudadana ya que, lejos de facilitar una respuesta racional a los problemas sociales, lo único que los partidos deseaban eran adhesiones religiosas en su búsqueda de poder. Para captar seguidores enfocaban sus misivas hacia las emociones de la ciudadanía y no hacia la razón, lo que en modo alguno facilita la solución de los conflictos o la implantación de políticas adecuadas.

Pocas cosas han cambiado desde hace ya un siglo con respecto a los partidos políticos y el hooliganismo profesado por sus fans, de lo que es indicativo la existencia de núcleos duros de votantes que nunca jamás votarán a otro partido por mucho que se demuestre que los suyos son auténticos delincuentes. Como solución, Ostrogorski propugnaba operar políticamente desde grupos ciudadanos enfocados a resolver problemas políticos concretos. Cien años después, esto está ocurriendo.