El gordo blanco representa a la sociedad occidental, sobrealimentada,
controlada y de espaldas a la realidad que produce su bienestar, que se
alimenta de los recursos y la vida del resto de la población del planeta
que vive en la miseria y que es sacrificada para el mantenimiento de la
situación. La televisión representa los medios de comunicación que son
la única fuente de información que posee y que no le permiten ver el
resultado de su egoísmo y apatía.
En la tele se ve a Bush y al Papa, dos
caras de la misma moneda, el materialismo salvaje y la falsa
espiritualidad; ambos sonriendo se justifican y apoyan mutuamente. Para
completar, la maquina que alimenta al gordo y desangra al escuálido
hombre de color, que lo está viendo todo, lleva puestas las etiquetas
del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. El suelo siempre
me ha recordado a ese dibujo que llevan algunos policías en su uniforme.