Acelerón histórico de Podemos y pinchazo de Ciudadanos. Los principales
medios de comunicación avasallan constantemente al electorado. Dichos
creadores de opinión tratan de inducir cambios en las preferencias al
través de mensajes subliminales y no dudan en cocinar hasta la saciedad
los resultados para crear tendencias ¿Existe una real libertad de voto o
la manipulación de los que más tienen condiciona el tapete electoral?
Los votantes, en especial aquellos con poco conocimiento o interés en la
política, prefieren subirse al carro ganador porque esto los blinda
contra el aislamiento social de estar con el derrotado o en el silencio
de la indefinición.
Los resultados de las elecciones europeas en España (con Podemos
rompiendo todos los pronósticos) ya apuntaron la caducidad repentina de
las encuestas. Los fiascos de los sondeos en Grecia y Reino Unido
siguieron confirmándolo. Más allá de la volatilidad de la realidad, lo
preocupante es la pérdida de la vergüenza por parte de los medios.
Con todo, la pregunta sería ¿votarás de conciencia propia o a quien,
subliminalmente, te hayan invitado los creadores de opinión?