El Partido Popular está decidido a controlar la comunicación vía
Internet. Desde hace meses, el Ministerio del Interior desata, de manera
recurrente, auténticas campañas de amedrentamiento social en contra de
la libre comunicación a través de la Red.
La comunicación constituye una herramienta imprescindible para el poder.
A través de ella las clases dominantes construyen la opinión de
importantes sectores sociales, a los que tratan de domeñar
ideológicamente, utilizándolos para crear una suerte de nuevo "sentido
común" que, mágicamente, logra que lo injusto parezca justo, los
opresores, benefactores, y los oprimidos, gente peligrosa a la que hay
que vigilar y castigar.
Las ideas se transmiten a velocidad de vértigo a través de las redes
sociales y los medios de comunicación alternativos al sistema. Las
verdades incuestionables se van erosionando gradualmente. El temor a
pensar de forma diferente se esfuma inexorablemente. ¿Alguien puede
creer que eso pasa desapercibido para los think tanks del sistema?
Pero para los trabajadores, para la mayor parte de la sociedad, empieza a
resultar imprescindible un cambio de óptica en relación con los medios a
los que solemos llamar "alternativos". Creemos que ha llegado la hora
de que éstos dejen de ser meros transmisores de la "otra opinión". Ante
la ofensiva que se avecina, se hace preciso que a partir de ahora
empiecen a convertirse en núcleos que no sean solamente portavoces de
colectivos, sino verdaderos vehículos para la organización social.
Nos va en ello no solo la libertad para pensar y la posibilidad de
transmitir ideas. Están en juego las escasas libertades formales todavía
existentes. (Ver más >)