No existen precedentes en nuestra historia reciente de una diferencia
de tal magnitud entre la imagen que ofrecen las cifras de intención de
voto y las estimaciones que realiza el CIS . En las últimas décadas el
CIS estimaba que el PP y el PSOE recibirían aproximadamente 1.5 puntos
porcentuales en voto válido por cada punto porcentual que recibían en
términos de intención de voto, una cifra que parece consistente con una
abstención del 20-30%. Sin embargo, como puede observarse en la
siguiente gráfica, esta tendencia se rompe a partir de Enero 2012. El
último barómetro el CIS atribuye al PP y al PSOE una proporción de voto
válido 2.6 veces superior a su intención de voto. A los demás partidos
les atribuye un multiplicador en torno a 1.8.
Ratio entre la estimación de voto y la intención de voto, voto conjunto de PP y PSOE
Más allá de posibles sesgos, nos encontramos ante una situación inédita
donde resulta difícil realizar predicciones acerca del comportamiento
electoral y el margen de error de las estimaciones es muy alto. Las
elecciones europeas que se celebrarán en unos meses
ayudarán a afinar o a corregir el modelo de estimación del CIS.
Esperemos que los grandes partidos sean capaces de
reaccionar, perseverando en las reformas, introduciendo democracia
interna, transparencia y una mayor meritocracia. De lo contrario, si el
emperador persistiera en su desnudez, corremos el riesgo de sustituir la
crisis económica por una crisis política de consecuencias
imprevisibles.