Ese filósofo de la música llamado Evaristo, el cantante del mítico grupo punk La Polla Records,
cuenta con una gran cantidad de letras que difícilmente podrían
ajustarse mejor a nuestra realidad actual. Cuando se busca criminalizar
al conjunto de la ciudadanía para impedirle hacer política recortando
cualquier canal de expresión, equiparando desobediencia civil con penas
propias de medidas antiterroristas, todos somos potencialmente
delincuentes. Quienes defienden que todo lo que es legal es siempre lo
legítimo, son los mismos que políticamente aceptaron a regañadientes una
exigua democracia representativa. Es como si dijeran, bueno ya basta de
democracia, ya está bien de reclamar tanto y de exigir cuentas, a dónde vamos ir a parar.
Carlos Fernández Liria, profesor de Filosofía en la UCM, secunda la moción: “Hubo un momento, en los años ochenta, en que dije que Evaristo Páramos era la única Filosofía que se hacía entonces. Lo dije en serio y lo publiqué. Realmente, con sus canciones pasa lo mismo que con Kant, no podías encontrar una frase que fuera falsa o que fuera mala. Todas eran perfectas. Le dediqué mi libro ‘Dejar de pensar’. Y eso que nunca he llegado a conocerle”, confiesa.
Carlos Fernández Liria, profesor de Filosofía en la UCM, secunda la moción: “Hubo un momento, en los años ochenta, en que dije que Evaristo Páramos era la única Filosofía que se hacía entonces. Lo dije en serio y lo publiqué. Realmente, con sus canciones pasa lo mismo que con Kant, no podías encontrar una frase que fuera falsa o que fuera mala. Todas eran perfectas. Le dediqué mi libro ‘Dejar de pensar’. Y eso que nunca he llegado a conocerle”, confiesa.