Dos jóvenes mujeres son las mejores amigas desde la época universitaria. Decididas y trabajadoras, levantan con esfuerzo una escuela para niñas que por fin comienza a ser rentable por primera vez. Pero el sueño perseguido se desvanece cuando una maliciosa y manipuladora alumna afirma falsamente que las mujeres son amantes.
El rumor se extiende, la escuela es abandonada por las pupilas por orden de sus progenitores y las vidas de las dos mujeres son destruidas. Para siempre. Sin vuelta atrás, a pesar del reconocimiento de la difamación. Hoy nos detenemos en ‘La Calumnia’, una estremecedora película de William Wyler. Comprueben hasta dónde pueden llegar los daños colaterales de la difamación y el rumor.
Atrévanse con esta interesantísima película, no se dejen relajar por su forma, fue realizada hace 57 años, déjense arrastrar por su fondo, por su creciente y abrumadora ansiedad, para comprender lo detestable que se puede llegar a ser a través de una estúpida “asociación de ideas”, como sostiene algún personaje de La Calumnia.
Comprueben al menos hasta dónde pueden llegar los daños colaterales de la difamación y el rumor para, después del daño provocado, ¿hacia dónde ir?, ¿qué hacer a continuación? Tal como los pobres personajes de Hellman.