Obama fué un producto de mercadotecnia, tomando como referencia el hecho de que su campaña presidencial superó a Apple como la mejor campaña promocional según la industria de la publicidad. "Las elecciones en Estados Unidos son montajes espectaculares (extravaganzas)", dijo Chomsky. Recordó además que los máximos donantes de la campaña de Obama fueron las instituciones financieras que luego rescató. Un guiño a Goldman Sachs, cuyos ex directivos son ahora los directivos de la economía de EU. "Los principales arquitectos de las políticas públicas no son los comerciantes y los fabricantes, sino las instituciones financieras y las corporaciones trasnacionales", dijo.
Con su característica inteligencia penetrante, desenmascaró "la ficción de la guerra contra las drogas" como una agenda oculta para crear un nuevo enemigo necesario. Justo cuando caía el muro de Berlín y el enemigo del comunismo se desinflaba, Estados Unidos invadía Panamá. Bajo el nuevo mapa geopolítico se hizo necesario "contar con un nuevo pretexto, y este llegó rápido: la amenaza de narcotraficantes de origen latino", lo cual permitió incrementar la intervención policiaca tanto al interior de Estados Unidos como en el resto del mundo (Afganistán, Colombia, México).
(Ya en la década de los 50 el escritor beat William Burroughs había percibido la utilización de la guerra de las drogas para crear una sociedad de control, un Estado policial).
"El hecho de que se privilegien consistentemente los métodos menos eficaces y más costosos sobre los mejores es suficiente para mostrarnos que los objetivos de la guerra contra las drogas no son los que se anuncian".
"El entrenamiento de oficiales latinoamericanos se ha incrementado abruptamente en los últimos 10 años, mucho más allá de los niveles de la guerra fría. El pretexto es la guerra contra las drogas".
(Quien quiera investigar más sobre este tema debería de buscar el trabajo de George H. W. Bush como director de la CIA y su relación con el opio en Afganistán).
Chomsky advierte que Estados Unidos busca montar una base en Palanquero, Colombia, desde donde podría monitorear todo el sur del continente americano.
La única alternativa optimista que ve Chomsky ante esta macabra elucubración de dominación planetaria es la formación de movimientos populares independientes que desafíen la visión unipolar del mundo. O, en términos de Hakim Bey, comunidades intencionales de resistencia (utopías neopiratas).