Alguien que demuestra conocer a fondo el sistema político en el estado español ha publicado en la prensa alemana un texto que describe con claridad lo que está ocurriendo en el estado. Europa debe saber que lo que pasa en España no es culpa de los pueblos que conformamos, para mal, más que para bien, este estado, sino de un sistema electoral que permite que medren políticos indignos.
Resumiendo: no es una falta de voluntad de trabajo, como se piensa tal vez en algunos países del norte de Europa, lo que hace que España sufra la peor crisis económica de su Historia. Es un sistema corrupto e ineficiente. La crítica del Gobierno alemán y sus condiciones para un rescate de España se deberían concentrar en la solución de esos problemas y no tanto en recortes sociales. En caso contrario, solo conseguirán que una casta política incompetente y corrupta arruine a la nación para varias generaciones. (Ver más >)
Un Der Spiegel relataba hace unas semanas una historia que ilustra perfectamente lo escandaloso de nuestra situación. Se refería a la Alcaldesa de Madrid, cuyo único “mérito” es ser la señora de Aznar. El semanario sostenía, “el ayuntamiento es un palacio cuya remodelación ha costado 500 millones de euros”, “su despacho es mayor que el del Presidente de los Estados Unidos”, tiene “un mayordomo cuya única función es servirla el café”, y 260 asesores personales y altos cargos que cobran de media 60.000 euros. El Ayuntamiento posee, además, 267 coches oficiales de uso personal, más que todas la capitales de la eurozona juntas. Esto es el despilfarro sin medida, la ostentación suntuaria más indecente en medio de una penuria extrema, donde Cáritas ha tenido que atender a mas de un millón de personas y un 26% de los niños vive por debajo del umbral de la pobreza. ¿Cómo se atreve a ir a misa y a salir a la calle? Y este es el problema, porque no es la excepción, es la regla. (Ver más >)
Ante esta situación no deja de sorprender que tanto el FMI como el BCE recomienden y aplaudan tan solo medidas de recorte social y no institucional. Será porqué, al fin y alcabo, todos pertenecen a la misma casta.