CNN+ echa el cierre tras once años en antena; Dejará paso a un canal 24 Horas del espacio de telerrealidad Gran Hermano de Telecinco
"Cuando busqué CNN+ y salió Gran Hermano fue como si me escupieran en la cara" (Joaquín Sabina)
"El periodismo 'friki' ha invadido la profesión" Iñaki Gabilondo
“A la gente le gusta la basura, por eso la hacemos. El público es muy corto y quiere ver enfrentamientos, insultos, emociones baratas. Y nosotros se las damos porque eso nos genera beneficio”. Si hay una excusa que explique la telebasura es ésta, habitualmente argumentada por quienes, de un modo u otro, deciden qué productos emitirán las grandes cadenas. En la mente de los programadores, el espectador es básicamente tonto, por lo que si se hacen productos que sean lo más simples y lo más polémicos posible, terminarán llegando a mucha más gente. Su excusa estrella es: “no seamos hipócritas, la basura vende y nosotros somos vendedores”.
Sin embargo, tales argumentos no parecen del todo ciertos. Como señala Salvador Cardús, periodista, sociólogo y profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona, “hay una buena proporción de ciudadanos que aborrecen este tipo de contenidos”. Además, como subraya José Javier Esparza, periodista y escritor, “esos programas que parece que ve todo el mundo no los ve en realidad tanta gente. El viernes, Jaime Cantizano y Jorge Javier Vázquez juntos no pasan de dos-tres millones de espectadores, que son un pequeño porcentaje de la población española”. Eso no significa que estemos ante un reducto televisivo menor, ya que tales programas cuentan con un público fiel (“siempre existe la curiosidad malsana de mirar por la cerradura, como cuando uno se para a ver un accidente”, asegura Cardús), fundamentalmente compuesto por aquellos que poseen un perfil cultural bajo. “Estamos recogiendo quizá las últimas generaciones con poca formación y con dificultades para tener un criterio, toda vez que no han contado con una educación audiovisual que les ayude a forjar un juicio crítico. Las nuevas generaciones, y se trata de algo que puede apreciarse en muchos de los jóvenes espectadores universitarios, no siguen en absoluto este tipo de programas. Ellos hacen otros usos de la televisión, no son de quienes se sientan a ver la tele generalista después de cenar”, afirma Cardús. (Ver más >)