24 jun 2024

El lavado de Cerebro | por Noam Chomsky

"Para dominar no basta la violencia; se requiere una justificación de otra naturaleza. Así, cuando una persona ejerce poder sobre otra –ya sea un dictador, un colono, un burócrata, un marido o un jefe– necesita una ideología que lo justifique, y siempre es la misma: esta dominación se hace “para el bien” de los dominados. En otras palabras, el poder siempre se presenta como altruista, desinteresado, generoso." Noam Chomsky

Entrevista a Noam Chomsky por parte de Daniel Mermet, publicado por primera vez en Le Monde Diplomatique.

Cada vez que preguntamos a un periodista estrella o a un presentador de un informativo importante de televisión si está bajo presión, si está censurado, responde que es enteramente libre, que expresa sus propias creencias. ¿Cómo funciona el control del pensamiento en una sociedad democrática? En el caso de las dictaduras, ya lo sabemos.

El sistema de control de las sociedades democráticas es muy eficaz; él inculca la pauta como el aire que respiramos. No nos damos cuenta y a veces nos imaginamos que estamos en presencia de un debate particularmente intenso. Básicamente, es infinitamente más eficiente que los sistemas totalitarios.

Tomemos, por ejemplo, el caso de Alemania a principios de la década de 1930. Hemos tendido a olvidarlo, pero entonces era el país más avanzado de Europa, a la vanguardia en términos de arte, ciencias, técnicas, literatura y filosofía. Luego, en muy poco tiempo, se produjo un cambio total y Alemania se convirtió en el Estado más mortífero y bárbaro de la historia de la humanidad.

Todo esto se consiguió destilando el miedo: el de los bolcheviques, de los judíos, de los americanos, de los gitanos, en definitiva, de todos aquellos que, según los nazis, amenazaban el corazón de la civilización europea, es decir, los “herederos directos de la civilización griega”. En cualquier caso, eso es lo que escribió el filósofo Martin Heidegger en 1935. Sin embargo, la mayoría de los medios alemanes que bombardeaban a la población con mensajes de este tipo adoptaron las técnicas de marketing desarrolladas... por los anunciantes estadounidenses.

No olvidemos cómo siempre se impone una ideología. Para dominar no basta la violencia; se requiere una justificación de otra naturaleza. Así, cuando una persona ejerce poder sobre otra –ya sea un dictador, un colono, un burócrata, un marido o un jefe– necesita una ideología que lo justifique, siempre la misma: esta dominación se hace “para el bien” de los dominados. En otras palabras, el poder siempre se presenta como altruista, desinteresado, generoso.

19 may 2024

Descifrando la Manipulación: las tácticas sutiles de los manipuladores

Un análisis de los rasgos que los manipuladores emocionales suelen compartir.

En el intrincado entramado de las relaciones humanas, la manipulación se presenta en diversas formas y matices, algunas más evidentes que otras. Entre las estrategias más sutiles, pero igualmente perniciosas, se encuentran el tratamiento silencioso, el gaslighting, la invalidación, el dolor y rescate.

¿Qué estrategias usan los manipuladores?
Estas estrategias, aunque distintas en su ejecución, comparten el objetivo común de ejercer control y poder sobre otros, dejando profundas huellas en la psique de quienes las experimentan.

1. Tratamiento silencioso
El tratamiento silencioso, a menudo subestimado, pero devastador en su efecto, es una forma de manipulación en la que el perpetrador utiliza la indiferencia como arma. Este acto de exclusión deliberada puede infligir un dolor emocional profundo, dejando a la víctima sintiéndose invisible e insignificante.

2. Gaslighting
Por otro lado, el gaslighting es una estrategia insidiosa en la que el manipulador distorsiona la realidad para hacer que la víctima cuestione su propia percepción y cordura. Esta forma de manipulación puede ser especialmente desorientadora y desestabilizadora, ya que socava la confianza en uno mismo y en la realidad objetiva. 

3. Invalidación
La invalidación, una táctica comúnmente utilizada por los manipuladores, implica menospreciar y desacreditar los sentimientos y experiencias de la víctima. Esta forma de manipulación puede tener un impacto devastador en la autoestima y la autoconfianza de la persona afectada. 

4. Dolor y rescate
El dolor y rescate es otra estrategia de manipulación en la que el manipulador alterna entre infligir dolor emocional y ofrecer consuelo o ayuda, creando así un ciclo de dependencia emocional. Esta táctica puede mantener a la víctima atrapada en un estado de vulnerabilidad y sumisión, buscando constantemente la validación y el amor del manipulador.

Cómo hacer frente a la manipulación
Es importante explorar también las posibles estrategias de afrontamiento y recuperación para aquellos que han sido víctimas de estas tácticas. En primer lugar, es fundamental fomentar la autoconciencia y la educación sobre los signos de manipulación. Reconocer los patrones de comportamiento manipulador puede ser el primer paso para protegerse a uno mismo y establecer límites saludables en las relaciones interpersonales. Esto implica cultivar una mayor comprensión de nuestras propias necesidades, valores y límites, así como estar atentos a las señales de advertencia, de manipulación en los demás.

Además, es crucial desarrollar habilidades de comunicación asertiva y establecer límites claros en las relaciones. Aprender a expresar nuestras necesidades y deseos de manera clara y respetuosa puede ayudar a prevenir la manipulación y promover relaciones basadas en el respeto mutuo y la igualdad. Esto implica aprender a decir "no" cuando sea necesario y defender nuestras propias opiniones y valores, incluso cuando enfrentamos resistencia o presión por parte de los demás.

Por último, buscar apoyo emocional y profesional puede ser fundamental.

7 feb 2024

Así es cómo la Alemania nazi creó una sociedad de espectadores frente al horror

El relato de Haffner ilustra el autoengaño y la negación mediante los cuales muchas personas que no apoyaron activamente el régimen nazi sobrevivieron dentro de él. En una entrevista concedida en 1989, Haffner
dijo que no es que todos los alemanes fueran nazis, pero tampoco que el nazismo apenas afectara a la vida cotidiana: “Era posible vivir en cierto modo junto a él.”

Fulbrook ha demostrado cómo los alemanes de a pie se vieron arrastrados a “procesos de complicidad”. Bajo el nazismo, permanecer al margen mientras se perpetraban actos de violencia colectiva patrocinados por el Estado se convirtió gradualmente en la norma exigida. Los riesgos de hacer lo contrario eran muy reales. “Lo que podría ser una postura moralmente loable en un régimen liberal y democrático”, escribe Fulbrook, “puede ser, en otras circunstancias, potencialmente suicida”.

Si alguien en 2024 juzga a los espectadores alemanes de los crímenes nazis como “culpables” por no defender a las víctimas, lo hace de acuerdo con las obligaciones morales de una democracia liberal. Sin embargo, la ascensión de Hitler al poder en 1933 marcó el fin de la democracia alemana. El Tercer Reich era un estado policial brutal. Se animaba a la gente a denunciar a los opositores al régimen. La rebeldía conllevaba el riesgo de detención, encarcelamiento o “reeducación” política en un campo de concentración bajo Schutzhaft (“custodia protectora”).

Tanto en Alemania como en la comunidad internacional, todo el mundo tuvo que entender la violencia ejercida bajo el nazismo en sus propios términos. Ni siquiera las palabras “genocidio” y “Holocausto”, con las que desde entonces se ha definido la época, estaban aún en el vocabulario de la gente.

Rothberg sugiere que las categorías de héroes y villanos, víctimas y perpetradores, son inadecuadas para dar cuenta de los daños causados. Ir más allá de ellas también puede dilucidar la dinámica social destructiva de nuestro propio periodo.


25 ene 2024

La escuela como crucero recreativo y el triunfo del nuevo capitalismo

Esto es un dato. En el currículo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), que se supone que compendia lo que un ciudadano debe saber y que ha sido hecho, esto es importante, por el autoproclamado Gobierno progresista, la palabra “filosofía” no aparece. No es solo que no exista ninguna materia de filosofía obligatoria en toda la ESO, olvídense del catecismo laico denominado Educación en Valores Cívicos y Éticos, sino que ni siquiera la palabra “filosofía”, o su derivado “filósofo” o “filósofa”, tiene presencia alguna, cero, en dicho currículo. Sin embargo, otro dato: la palabra “emprendimiento” aparece 23 veces citada, y “emprendedor” o “emprendedora” 55. Parece, por tanto, que hay un interés en que algo se marque en la conciencia de las nuevas generaciones y en que algo desaparezca, tal vez con la ilusión de que sea para siempre.

La finalidad última del proceso educativo puede entenderse de dos maneras distintas. Se puede educar prioritariamente para que los alumnos sean personas cultas y capaces de crear una opinión sobre la realidad, para lo que necesitan precisamente el legado cultural como contenido a impartir en las aulas; o bien se puede educar con la prioridad de que los alumnos acaben siendo personas competentes en la producción y adaptadas al modelo social vigente: en el lenguaje cursi actual, “resilientes”.

Los colegios e institutos reconvertidos en agencias de viajes para intercambios y en centros de actividades de recreo, características otrora de los cruceros más horteras, son el mayor ejemplo de todo este proceso de destrucción de la enseñanza como transmisión del legado cultural. Y a su vez son el triunfo absoluto de todo un sistema de explotación cuya única finalidad es la conversión de la vida humana en una mercancía con beneficio capitalista. Bienvenidos a la nueva educación como idiotización general de las masas.