Vivimos tiempos en los que el poder de la palabra lo es todo. Continuamente nos bombardean con mentiras que nos creemos porque nos las han contado bien o simplemente han sido amables mientras nos las decían usando bonitas palabras. La demagogia es uno de los mayores males de nuestro tiempo, por culpa de ella somos capaces de justificar asesinatos, violaciones o invasiones a un país.
Un perfecto orador es el rey del mundo delante de una cámara diciendo grandes frases y poniendo pensamientos en las cabezas de los estúpidos que no saben ni quieren pensar por sí mismos.
Claro que hay oradores buenos y otros malos, aquellos que dicen la verdad y aquellos que mienten. Ver >